814981584Rosemarie Castoro. Enfocar al infinito será la primera gran retrospectiva institucional de la obra de Castoro y se centrará en el periodo 1964-1979. Castoro (1939-2015) se inició como artista en los Estados Unidos en un momento en que el minimalismo y el conceptualismo formaban parte de la vanguardia neoyorkina. La exposición mostrará su obra en detalle por primera vez, revelando así la diversidad de una práctica artística que incluye pintura abstracta, arte conceptual, acciones performativas en la calle y en el estudio, poesía, mail art, escultura, instalaciones y land art. Se analizará el contexto de su trabajo, su activismo en la Art Workers’ Coalition (Coalición de Trabajadores de Arte), su asociación con artistas contemporáneos como Carl Andre, Hollis Frampton, Sol LeWitt e Yvonne Rainer, entre otros, y su relación con el feminismo.

Castoro inició su trayectoria en las artes gráficas, como atestigua la gran importancia del dibujo en su producción. Interesada también en la danza, mientras estudiaba en el Pratt Institute de Nueva York coreografió e interpretó sus propias creaciones. Si bien después su interés se desplazó hacia la pintura, lo que marca su obra es precisamente su forma de leer el espacio desde la perspectiva de la danza y su reconocimiento de la interrelación entre estas dos formas artísticas. La exploración simultánea del color y la estructura en la pintura fue su mayor preocupación en las sucesivas series de la década de los sesenta. Más adelante, una vez abandonado el color, Castoro introdujo un nuevo elemento espacial en su obra con series de múltiples paneles de yeso y grafito, apoyados directamente sobre el suelo. Exhibidas por primera vez en la Tibor de Nagy Gallery en 1971, son piezas a escala arquitectónica que, pese a su origen pictórico, están más cerca de la escultura minimalista. La importancia de la danza como referente se manifiesta en sus diarios a través de fotografías performativas de sus obras, descritas por la propia artista como «contenedores» y escenarios para el cuerpo. Castoro transforma sus exploraciones de la superficie de los paneles en pinceladas escultóricas montadas sobre la pared, a la manera de signos taquigráficos como los que dedicó a su amiga Agnes Martin. Sus proyectos site-specific incluyen Gallery Cracking, intervención de carácter arquitectónico creada para la emblemática serie de exposiciones de Lucy Lippard, Numbers –en esta ocasión 555,087 en el Seattle Arts Museum en 1969. Para 955,000, en la Vancouver Art Gallery, Castoro produjo Room Revelation (1970), uno de los primeros ejemplos de instalación participativa, que recrearemos por primera vez en el MACBA. Posteriormente, Castoro exploró la abstracción postminimalista, con instalaciones esculturales de resina epoxi en 1974-1975, y una serie de intervenciones efímeras en el paisaje usando ramas. Entre sus obras situadas en emplazamientos urbanos destacan Trap-a-Zoid (1978), creada para Creative Time, y Flashers, piezas totémicas de acero u hormigón iniciadas en 1979.

Castoro_Rosemarie_Graphite_White_Raw_1968
La exposición pondrá de manifiesto la gran aportación de Castoro al concepto de «intermedia», o interrelación entre pintura, escultura, dibujo, leguaje y performance. La intención es demostrar cómo algunas de las figuras más relevantes del minimalismo no han recibido la atención que merecen, en especial el grupo de mujeres artistas pertenecientes a un movimiento erróneamente identificado como esencialmente masculino, pero que, como dice Lippard, «subvirtió el minimalismo en su propio terreno». Como consecuencia de esta consideración de la obra de Castoro, la exposición subrayará la necesidad de repensar el minimalismo, expandiéndolo para incluir a un mayor número de artistas y cuestionando los relatos hegemónicos de este movimiento.

Comisaria: Tanya Barson

09 nov. 2017 al 15 abr. 2018